VILLANUEVA DE LORENZANA. UNA MIRADA HACIA ADENTRO
Abandonamos un instante la costa para volar sobre el interior. Aquí está Villanueva de Lorenzana, con su iglesia y su monasterio en un paisaje de norme dulzura. Este antiguo convento benedictino fue reedificado en el siglo X por un famoso personaje al que aún se conoce por "Conde Santo", don Osorio Gutiérrez, cuyos restos descansa aquí. También aquí existe un Museo de Arte Sacro de considerable interés histórico
Desde la primitiva fundación del "Conde Santo" muchos años y muchos estilos han dejado su huella sobre estos muros. Hoy el sol alegra la noble fachada de traza barroca donde se levanta una sola torre. En el valle y la villa de Lorenzana se conserva aún el encanto de lo que no está excesivamente transitado, de lo que no ha cedido en su entraña verdadera ante la riada de otros gustos exóticos.
Hay una clase de belleza que sólo puede lograrse en esa lenta decantación que dan el tiempo y la calma. Una belleza que se evapora al contacto de las aglomeraciones, del ruido, del excesivo tránsito de gentes. Esta iglesia y este monasterio, que aún guardan sorprendentes testimonios del antiguo esplendor, son así más emocionantes. Así, casi en soledad, sin autocares ni voces de turistas, la paz de Lorenzana puede saborearse mejor en toda su noble, profunda y delicada esencia antigua